lunes, 22 de octubre de 2007

CUMPLEAÑOS

Dormí muy mal, las sabanas ásperas se retorcían por mi cuerpo, y me recordaban lo lejos del hogar que estaba, hay que levantarse, es un nuevo día, afuera todo es azul y verde, aves que cantan embriagadas de la perfección de ese cielo que solo pertenece a los esperanzados, no hay nubes, eso es horrible, es todo tan irremediablemente bello, perfecto, pulcro y educado. Comencé el día notando lo que me faltaba, muchas cosas por lo demás, fui al baño y el espejo me devolvía esa sensación de olvido, de letanía, de absurda quedación, el agua bendijo con frescura matutina el rostro pálido que antecedía el olor a desastre….

El desayuno fue normal, silencio ante todo, ciertos relámpagos sonoros se acomedían entre mis ojos y el mantel, preguntas que disparaban el imperturbable rostro paterno que se queja bajo la penumbra de la normalidad, sé que lo sabe, él sabe que lo sé. Trate de excomulgar esa misantropía propia de pie grande, y me esforcé en parecer normal, no como otros días cuando escupo hostilidad por el mundo, sonreí y di soluciones, remendando la sensación del hijo que nunca es hijo y que siempre es extraño, un extranjero en tierra genética.

Va a ver asado, comí demasiado, mi estomago se sentía como piedra carnosa dispuesta a retumbar en el suelo, sin ningún previo aviso, mi madre recordaba mi cumpleaños, la fecha que venía como tormenta encumbrando mi pesar, esta existencia vaga y soluble que pasa arrastrada por el viento, no pude ocultarlo, le mencione que odiaba mi cumpleaños, no tengo nada que celebrar – dije, y el estupor se apoderó de sus mejillas arrugadas, ¿Cómo que no? Darle gracias a DIOS por la vida, y esas cosas que forman parte de un inverosímil discurso, que por su puesto no oiré…. la miré con odio, con los ojos mudos de irá, -que vida, esta, llena de nada, donde mi don no es mas que superchería barata, donde sueño ser otros, sin este esqueleto absurdo- no dije más, no estaban entendiendo y antes de la crucifixión, prefiero la mentira falaz.

Así fui a la siesta, que tampoco llegó a serlo, lleno de rabia y comida, decidí vestirme algo decente y partir por ahí, irreconocible y manchado por la fiebre de no querer ser yo. Soy un funeral de ideas, suicidando palabras y poemas que se retorcían en la lengua del vil pecador, caminé por ahí tratando de reconocer mi sombra entre tanta consistencia, piedras, árboles, autos, rostros arrugados por la luz insolente del sol, caminé buscando alguna esquina donde quedara un poco de invierno, pero nada, siempre es nada, a quien podría llamar, a carito? A paito? A Leonor? No, simplemente me niego a la idea de verme y sentirme un lisiado, un hombre acusado de interrogante, de promesa y mito, de falsa ideología, de pagano y suicida, no podría atormentarlas bajo mi tonto tormento……..así entre las horas dormidas del vago cantor, me fui a comer ¡si a comer! Fui a esos antros de donde todo es bello, huele bien, donde la etiqueta no queda replegada al perchero, donde lo monotemático llega a ser homogéneo bajo forma y sentido, porque ellos lo tenían, sus capas enseñaban con elegancia y estilo, la simple y graciosa normalidad que hace de todo un parejo mar, sin olas, sin reflejos, para ellos, la sombra de la existencia, no es más que un lejano cuento, una teoría de psicología o filosofía, que más da, al fin y al cabo no importa.

Fui buen cliente, sonreí siempre, es parte de mi pequeño teatro, sonreír……..me senté un tanto agotado, con mis pies hinchados y nauseabundos de tanta calle y cemento, comí, comí, comí y en la mitad de la traquea la hamburguesa se negaba a bajar, era el vacío del estómago lo que le aterraba, esa nada que maligna crece y se extiende como dolor y lumbre, detuve el mastique, observé mi alrededor, todo tan vilmente feliz, el cuadro de bancos, empresas, de iglesias que se esforzaban en salvar lo que yo tanto odiaba, quería llorar, y algunas rebeldes lágrimas se lanzaron al suicidio frente todo ese ajetreo humano, nadie miraba, nadie me veía………..eso entendía, soy invisible, me he vuelto invisible, no existo para los imbéciles, ni para los dotados, no existo para los feos ni los bellos, no existo…..esa hambre descontrolada, es ansiedad, es el impulso por tratar de detener este llanto que no deja de acosarme y me pregunto bajo mi silencio personal…. ¿sería bueno morir?

Deje mi bandeja a un lado y sólo observé, observé bajo la pupila crítica de quien cree entender misterios, de quien cree en la mortalidad de DIOS, de quien sin ser mujer ni hombre, se asesina por las noches, sobre la baba pegajosa del no amado. ¿Cuánto estuve ahí? No lo sé, el tiempo es irreparable, como yo se quebraba sobre las mesas limpias, sobre el suelo abrazado de luces y maquillaje, ahí en ese punto de reuniones, de hambre, de niños bebidos por la lujuriosa comida, estaba tan sólo, tan angustiado, ¿llorar podría unirme, podría dejarme de una pieza? Para luego reconocerme en la vereda, cubierto de noche amalgama, partí hacia no lo sé, si así se llama el lugar, no lo sé……….aún espero llegar ahí.

Gracias…………………….

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